La sociedad estaba despertando poco a poco, con la llegada de la Crisis Climática y movimientos como el de Greta Thunberg. Pero la cosa parecía todavía un poco ajena, aunque acercándose. En cambio, ahora el virus nos ha caído encima como una tromba y ha puesto patas arriba las vidas de todas y cada una de nosotras.
Hay un creciente deseo de cambio, de que lo que hay no funciona y queremos otra cosa, y además de forma muy urgente. Pero colectivamente aún no nos imaginamos qué puede ser eso nuevo. Seguimos dando vueltas a las mismas ideas manidas de siempre, y debatiéndose en callejones sin salida, de forma cada vez más violenta.
Aquí creemos que hay otra historia que contar. Y ha llegado el momento de hacerlo. Eso sí, aquí no empezaremos hablando de soberanía alimentaria, comunidades resilientes o indicadores alternativos al PIB. Queremos una narración que la señora Antonia, tu vecina de abajo, pueda discutir con sus amigas en la peluquería. Que la debatan los tertulianos de la Sexta o el Sálvame, que se hagan memes y que la parodien en el Jueves.
Y estamos muy cansadas de las viejas peleas entre rojos y azules. Queremos contar algo nuevo, que valga para todo el mundo. Que se pueda discutir sobre los matices o la forma de implantarlo, pero que los principios básicos se conviertan en algo tan de sentido común que nadie los pueda negar de forma creíble. Todas queremos vivir felices, con prosperidad y respetando el medio ambiente. No tiene sentido que nos hagan elegir entre morir de pobreza o morir de desastres naturales, o que la prosperidad valga para unas personas sí y para otras no.
Tenemos respuestas a todo eso, vamos a hacer que se oigan.
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